Los mercados globales registran significativas pérdidas debido a la creciente inquietud por una posible guerra comercial desencadenada por las recientes políticas arancelarias de Estados Unidos.
En Asia, el índice Nikkei de Tokio cayó un 7,8%, Seúl retrocedió 5,6% y Sídney un 4,2%. En Hong Kong, el índice Hang Seng cerró con pérdidas superiores al 13%, su peor resultado desde 1997.
En Europa, las principales bolsas también sufrieron descensos: Fráncfort perdió un 7,86%, París un 6,19% y Londres un 5,83%.
En Estados Unidos, los futuros del S&P 500 y del Dow Jones mostraron caídas del 3,4% y 3,1% respectivamente, reflejando la preocupación de los inversores.
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street no fueron la excepción, registrando desplomes de hasta un 10% en el premarket.
Esta volatilidad se originó tras la decisión del presidente Donald Trump de imponer un arancel universal del 10% a todos los productos importados a Estados Unidos, con aranceles adicionales del 20% a la Unión Europea y 34% a China. En respuesta, China anunció aranceles del 34% a productos estadounidenses y controles de exportación sobre minerales clave.
El impacto se extendió a múltiples sectores bursátiles. Compañías tecnológicas como Alibaba y JD.com registraron pérdidas del 17% y 14%, respectivamente.
También se vieron afectadas las industrias automotriz, bancaria, energética y del juego. La cotización del petróleo cayó más del 3%, mientras que el precio del cobre, insumo clave para tecnologías verdes, también siguió en baja.
Steve Cochrane, economista jefe para Asia y el Pacífico de Moody’s Analytics, advirtió: “Podríamos ver muy rápidamente una recesión en Estados Unidos y podría durar aproximadamente un año, bastante prolongada”.
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