Una gran tormenta azotó a más de siete provincias del centro, sur y el este del país.
«El número de casos de asfixia registrados debido a la tormenta de polvo ha llegado a 3.747 casos en salas de emergencia en Bagdad y las gobernaciones», dijo el portavoz del Ministerio de Salud, Saif al Badr.
Las autoridades se vieron obligadas a cerrar los aeropuertos en las provincias de Najaf y Basora. En todas las regiones autoridades sanitarias y de transporte se declararon en emergencia durante el día.
El gobernador de Basora se vio obligado a suspender todas las actividades y el trabajo en las distintas administraciones.
El suceso es parecido al que ocurrió en 2022, cuando una tormenta de arena también causó la muerte de una persona y más de cinco mil personas hospitalizadas.
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