El 10 de setiembre de 1944, los obreros lácteos, reunidos en el Centro de Trabajadores Católicos, conformaron el SATIL: Sindicato Argentino de Trabajadores de la Industria Láctea.
La organización promovió los preceptos de “lealtad inconmovible al movimiento obrero y a la organización gremial, la honradez, combatir las ambiciones personales de los que pretenden usar la organización y no para servirla, sino para servirse de ella”.
Una década más tarde comenzó a llamarse ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Leche de la República Argentina).
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