Un insólito hecho ocurrió en la provincia de Tucumán donde un joven de 22 años irrumpió en su propio funeral en la localidad de Villa Carmela, al grito de “¡Estoy vivo!” lo que provocó la confusión generalizada entre familiares y vecinos. Ahora, la Justicia inició una investigación para identificar al fallecido.
Todo comenzó el pasado jueves donde un joven se quitó la vida arrojándose bajo las ruedas de un camión. El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial para su análisis e identificación. Al día siguiente, una mujer de Villa Carmela se presentó en la Comisaría de Alderetes y afirmó que el cadáver sería de su hijo de 22 años, desaparecido desde el día anterior.
Por este motivo, la Justicia autorizó la entrega inmediata del cuerpo sin haber llevado adelante estudios de ADN o huellas dactilares. Con el correr de las horas, la familia organizó el funeral en su vivienda, con vecinos y parientes presentes para despedirlo.
En plena ceremonia, el presunto “fallecido” apareció de repente en la puerta de la casa, al grito de “¡Estoy vivo!”, lo que provocó un caos inmediato. Los familiares lloraron, vecinos corrieron por el lugar y la madre lo abrazó en pleno estado de shock.
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