Aunque hace más de veinte años se retiró de los escenarios, el carisma y la espontaneidad de Luis Landriscina siguen tan vigentes como siempre. Ayer, el célebre humorista y cuentista chaqueño, de visita en la provincia recorrió la costanera posadeña, donde se detuvo frente al monumento de Andrés Guacurarí y aprovechó para saludar a los transeúntes de todas las edades que se acercaron con entusiasmo para tomarse una “selfie” con este referente indiscutido de la cultura popular argentina.
Landriscina fue invitado por un miembro de la Asociación Flor del Desierto, con quien mantiene una estrecha amistad. Juntos compartieron este paseo por una de las ciudades que lo vio crecer como artista, ya que en la década del sesenta formó parte de la delegación chaqueña que participó en el Festival Nacional de la Música del Litoral, dejando una huella imborrable en el público misionero.
primeraedicion









Comentar sobre esta publicación