Durante la noche del 24 y la madrugada del 25 de diciembre se desarticularon dos fiestas clandestinas en Carcarañá y Roldán, ambas sin autorización y con más de 300 asistentes en total.
En Carcarañá, la policía y el Municipio clausuraron un salón de eventos donde se realizaba una fiesta con unas 150 personas. La actividad fue suspendida sin incidentes y el local quedó clausurado.
En Roldán, se desactivó una fiesta en una vivienda particular convocada por redes sociales, con entrada paga y alrededor de 200 personas. Tras la intervención policial, el evento fue cancelado, se notificó al responsable con una multa y se identificó a personal de seguridad privada presente en el lugar.
Ambos procedimientos formaron parte de los controles preventivos realizados durante las celebraciones de Navidad.









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