El 2 de Mayo de 1982 a las 17 un suceso inesperado marcó el rumbo de la Guerra de Malvinas: el Crucero ARA General Belgrano, que había partido solo unos pocos días antes con 1093 tripulantes rumbo al Atlántico Sur, fue un hundido por dos torpedos.
El submarino nuclear británico Conqueror detectó al buque argentino y recibió la orden de atacar al Belgrano cuando estaba en el área de exclusión establecida alrededor de las islas por el mismo gobierno británico.
Dos torpedos, lanzados desde aquel submarino, impactaron sobre el crucero y 770 tripulantes pudieron escapar en balsas, y fueron rescatados pero 323 argentinos perdieron la vida, lo que equivale a la mitad de todos los caídos en la guerra
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