Este martes se cumplen cinco años sin la presencia física de Diego Armando Maradona, pero su legado permanece intacto en cada cancha, en cada hincha y en cada rincón del mundo donde se respira fútbol.
El 25 de noviembre quedó grabado para siempre como la fecha en que el ídolo máximo pasó a la eternidad, dejando una huella imposible de borrar.
El “Diez” sigue vivo en la memoria colectiva, en sus jugadas imposibles, en sus gambetas inmortales y en la pasión que despertó dentro y fuera del deporte.
Hoy, fanáticos, clubes y medios de todo el planeta lo recuerdan con emoción.









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