Camilo, el bebé de Rosario que sufre de atresia biliar, ha enfrentado una dura semana tras ser sometido a un trasplante de hígado y dos cirugías adicionales en el sanatorio de Niños de Rosario. La operación inicial, de cerca de diez horas, y las intervenciones posteriores presentaron varias complicaciones, pero su madre, Juliana, compartió detalles de la recuperación y la fortaleza de su hijo.
En una entrevista, Juliana describió los primeros días como particularmente difíciles, especialmente las primeras 24 horas después de la operación, y destacó que Camilo ha enfrentado infecciones y problemas renales que han ralentizado su recuperación. A pesar de la gravedad de la situación, la familia encuentra consuelo en el hecho de que el pequeño ha mostrado estabilidad durante las últimas 48 horas.
Aunque Camilo sigue intubado y no ha podido despertar, los médicos mantienen un pronóstico esperanzador. La madre explicó que, aunque las noticias médicas pueden resultar angustiosas para la familia, el último parte médico les ha dado un respiro al indicar que el órgano trasplantado comienza a mostrar signos de funcionalidad.
El bebé debe recibir diálisis dos veces al día, lo cual, según Juliana, ha tolerado bien. La familia ha recibido un fuerte respaldo social, lo que ha conmovido a sus padres. «Camilo es un campeón», expresó la madre, reflejando la resiliencia del pequeño y la gratitud hacia el apoyo recibido.
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