El cuerpo de Francisco fue trasladado desde su hogar de Santa Marta.
El féretro permanecerá en la Basílica de San Pedro durante los próximos tres días hasta su funeral, programado para el sábado 26 de abril.
Anteriormente, se llevó a cabo una procesión de 80 cardenales, los cuales recorrieron la plaza de Santa Marta y la plaza de los Protomartiri Romani. De ahí, pasando por el Arco de las Campanas y adentrándose en la plaza de San Pedro.
El cardenal camarlengo, el estadounidense Kevin Farrell, dio una oración previa: «Demos gracias al Señor por los innumerables dones que ha concedido al pueblo cristiano a través de su siervo el papa Francisco».
Pidámosle en su misericordia y bondad que conceda al difunto papa un hogar eterno en el reino de los cielos y que consuele con esperanza celestial a la familia papal, a la iglesia de Roma y a los fieles de todo el mundo».
Farrell presidió el servicio conocido como la Liturgia de la Palabra, que incluyó una lectura del Evangelio de Juan y permitió a los asistentes presentar sus respetos al Papa. Seguidamente, distribuyó agua bendita sobre el féretro.









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