El recorte afectó a la administración central, empresas públicas y fuerzas de seguridad. El mayor ajuste fue entre contratados bajo régimen LOYS, con una caída del 50%. El Gobierno estima un ahorro anual millonario.

Mientras el oficialismo defiende la medida como necesaria, gremios advierten por el impacto en servicios clave. El Ejecutivo ya planea una segunda etapa con más recortes y reestructuración estatal.
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