La región de Quintana Roo, en México, es conocida por su alta tasa de naufragio, por lo que no es raro que se haya convertido el escenario de la aparición de barco inglés hundido hace más de 200 años. Sin embargo, lo más sorprendente no son sus años de naufragio, sino la cantidad de tesoros invaluables que se encontraron en su interior.
De acuerdo con el equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mexicano, este velero es una pieza importante para la arqueología subacuática. Fue hallado por un pescador local, llamado Manuel Polanco, quien informó a los expertos sobre su descubrimiento de esta embarcación correspondiente a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, lo que lo convierte en un tesoro arqueológico de gran valor que abre la ventana al pasado naval de Europa.
Entre los elementos hallados se encontraban un ancla, un cañón y varios lingotes de hierro, que sirven como pistas para determinar de qué tipo de embarcación se trata y cuál es su procedencia, ya que los objetivos metálicos encontrados pudieron resistir el desgaste producido por el paso del tiempo.
Tanto el cañón como el ancla sugieren que este velero tenía un tamaño importante, por lo que podría haber estado involucrado en viajes comerciales o militares. Por otra parte, los lingotes hierro señalan que el barco tenía la necesidad de estabilizarse durante sus viajes, lo cual era común en aquella época en que las embarcaciones se enfrentaran a condiciones marítimas complejas durante sus travesías por el Atlántico.
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