Duró 1,38 milisegundos menos de lo habitual.
Parece mínimo, pero estos cambios impactan en GPS, satélites y relojes atómicos. Si la tendencia continúa, podría ser necesario restar un segundo al reloj mundial… algo nunca antes hecho.
¿La causa? Influencia lunar, dinámicas internas del núcleo y efectos del clima global. La ciencia estudia qué está cambiando en el corazón del planeta.
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