Hoy es un buen día para tomar un mate con amigos, familia o incluso solo, porque cada sorbo nos conecta con nuestras raíces.
Cada 30 de noviembre conmemoramos esta tradición que va más allá de una simple infusión: es un gesto de amistad, encuentro y cultura que nos une como argentinos.
La fecha fue establecida por ley en 2014 en honor al caudillo Andresito Guacurarí, quien nació el 30 de noviembre de 1778 en Santo Tomé, Corrientes. Este gran líder guaraní promovió la producción y distribución de la yerba mate, convirtiéndola en una bebida representativa de nuestras tradiciones.
El mate tiene una historia profunda en nuestra cultura. Los guaraníes lo consideraban un “regalo de los dioses” y su consumo se extendió por todo el Virreinato del Río de la Plata gracias al contacto con los conquistadores. ¡Un legado que nos acompaña hasta el día de hoy!
Además de ser símbolo de encuentro, el mate tiene propiedades antioxidantes y energizantes que aportan beneficios para la salud.
Hoy es un buen día para tomar un mate con amigos, familia o incluso solo, porque cada sorbo nos conecta con nuestras raíces.
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