La agrupación @lavozdeloscarpinchos, conformada por vecinos de Nordelta y barrios cercanos, celebró una serie de medidas cautelares dictadas por el Juzgado en lo Civil y Comercial N° 13 de San Isidro.
El juez Guillermo Daniel Ottaviano resolvió suspender de manera inmediata cualquier obra o actividad que altere, dañe o destruya los humedales y la fauna silvestre de la zona.
También prohibió aplicar castración química a los animales, al igual que cualquier otro método de control que atente contra la población.
A esto se suma la prohibición de realizar fumigaciones que perjudiquen al ambiente en los humedales.
Según denunció la organización vecinal, en los últimos seis meses murieron al menos 46 ejemplares de carpincho a causa de desmontes, atropellamientos y otras acciones humanas que deterioran su entorno.
La agrupación también exige la eliminación de cercos eléctricos, el respeto de los metros libres en los bordes de los lagos y la instalación de carteles viales que limiten la velocidad para prevenir accidentes.
Además, proponen la realización de censos poblacionales y la creación de un centro de rescate y asistencia para los animales
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