La medida busca alentar a los ciudadanos a adoptar de los refugios y caniles, y se aplicará a partir del 15 de diciembre.
La adopción de cachorros de perros, gatos y conejos estará permitida únicamente a través de refugios, rescates de animales y criadores con licencia, para que los compradores puedan comprobar el origen y la condición de los animales.
Los responsables de supervisar el cumplimiento e imponer multas de hasta mil dólares serán las autoridades estatales, encabezadas por la Oficina del Fiscal General de Nueva York.
La directora de la Federación de Protección Animal del Estado de Nueva York, Libby Post, ante las quejas por las posibles repercusiones negativas en los negocios propuso que las tiendas «se reinventen como centros de adopción y venta de suministros para animales».
Las tiendas podrán colaborar con refugios y rescates de animales para organizar eventos de adopción. De esta manera, se eliminarán los riesgos asociados a los criaderos industriales.
En Estados Unidos, California y Maryland han implementado regulaciones similares a las que aplicará Nueva York.
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