La prolongada ausencia de lluvias en la provincia de Santa Fe está generando una situación de extrema gravedad para la agricultura y fauna de la región. El cambio climático a nivel global comienza a verse reflejado en la realidad santafesina con fenómenos extremos e inéditos.
Durante la tarde noche del pasado día miércoles, se reunieron en las oficinas de la filial de la Federación Agraria de Gálvez tras una invitación de su presidente Ariel Denegri, los legisladores nacionales como Magalí Mastaler y Victoria Tejeda, el senador provincial Leonardo Diana y los concejales Virginia Vottero y Mariano Busso acompañando a sus referentes, integrantes del INTA, el subsecretario de Pequeña y Mediana Industria e Innovación, dependiente del ministerio de la Producción, Marcelo Comelli, el gerente de ADER San Jerónimo, Sergio Pedalino y productores integrantes de la Comisión Directiva de Federación Agraria. La convocatoria fue para tratar el tema de la sequía que afecta a toda la provincia de Santa Fe.
Luego de los intercambios de ideas y opiniones, se decidió a través de las diputadas nacionales realizar un pedido de audiencia al ministerio de Agricultura y al ministerio de Economía de la Nación.
El presidente de la filial Gálvez, Ariel Denegri manifestó que «es muy grave el problema que se está viviendo con la sequía en el país, fundamentalmente es nuestra provincia arrasada por esta sequía, con una cosecha de trigo que fue muy mala, una cosecha de maíz que no va a venir porque no se va a realizar, perjudicando principalmente a los productores ganaderos, tamberos, porcinos, etc., que van a padecer la escasez de este alimento esencial, lo que impactará en la mesa de los argentinos. Un crédito urgente no va a traer agua, pero una ayuda permitirá a los pequeños y medianos productores a sobrellevar la situación y los créditos de emergencia agropecuaria provincial que se están otorgando, hoy, ante esta situación, es una gota en el océano. Se necesita mucho más«.
El representante del INTA Gálvez, José Calcha, -continuó expresando Denegri- dijo que mostró a los presentes un esquema donde una sequía similar a esta ocurrió en los años 1917. Estamos teniendo problemas hasta con el agua bebible en algunas localidades del departamento San Jerónimo, en virtud que las napas se están secando.
Desde el Ministerio de Producción provincial estimaron que en medio de esta situación se perdieron al menos unas tres mil cabezas de ganado en el norte santafesino producto de la extrema sequía. Por otra parte, productores de soja de primera, del centro y norte provincial, se vieron forzados a paralizar los trabajos de siembra por falta de humedad en los suelos.
“Se están presentando fenómenos extremos que antes no teníamos. Antes había estacionalidad bien marcada, ahora no tenemos invierno. Estamos yendo hacia eventos cada vez más extremos, con sequías e inundaciones. Si le agregás la combinación sequía con calor extremo, es determinante para cultivo y para animales”, manifestó por estos días un magíster en agroecología de la UNR.
Mientras la extrema sequía causó la mortandad de miles de cabezas de ganado, pérdidas de cosechas, y dejó secos cauces de arroyos y lagunas en Santa Fe, la pronunciada bajante del río Paraná está causando estragos en la reproducción de especies ictícolas.
Respecto al causal de este contexto, se manifiesta que estamos atravesando el fenómeno de la niña que va por tres años, causando un impacto tremendo. A fines de febrero, principios de marzo empezaría a revertirse pero el cambio climático está impactando de manera tremenda.
También refirió a la posición de un sector ruralista sobre la siembra, quienes anticiparon que si persiste la sequía, no sembrarán soja tardía. “Lo poco sembrado hasta ahora es soja de primera y está muy castigada. En este momento el agua no penetra porque el suelo está compactado.
Sobre las consecuencias de la falta de políticas ante el cambio climático, se dijo que las señales en todo el planeta están dando una señal de alarma pero no se está haciendo nada. En lugar de usar los espacios verdes se los ocupa. La decisión política es complicada porque hay que privilegiar el bien común sobre el bien personal y eso no sucede.
Por otra parte, La provincia apuesta a que Santiago del Estero libere agua para engrosar el caudal del río Salado, afectado por las escasas precipitaciones que tuvieron lugar en la zona en los últimos años.
“Desde el año pasado venimos monitoreando la situación del río Salado en el norte santafesino. Cada 15 o 20 días estamos solicitando intervenciones para acordar descargas en Salta y en Santiago del Estero. Eso se necesita para que en Santa Fe ingresen caudales mínimos que permitan el abastecimiento de agua para las poblaciones, la ganadería y el ecosistema”, había manifestado Mariano Diez, subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia de Santa Fe. “Venimos logrando acuerdos parciales con Santiago del Estero”, señaló, y dijo que “hay un acuerdo para la operación del sistema de represas en territorio salteño”.
Esto no solo afecta a Salta, Santiago del Estero y Santa Fe, sino que están involucradas Catamarca y Tucumán. En ese marco se producen las negociaciones para lograr mayores erogaciones de caudales”, sostuvo, y planteó: “En las situaciones extremas, como en este caso, las represas tienen un límite físico”.
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